Paris ha sido el escenario elegido por la Serbia Ana Ivanovic (1º) para lograr su primer título de Grand Slam. Dos finales han tenido que pasar para que la nueva número uno del tenis femenino haya podido meterse por completo en la historia grande del deporte blanco. Su víctima fue la rusa Dinara Safina, quien cayó derrotada por 6-4 y 6-3 ante el poderío de esta jovencita de tan sólo 20 años.
Su juego es un fiel reflejo de su belleza, lo que provoca que su tenis sea apuballante y elegante. Sin lugar a dudas, su propia seguridad y templaza en los momentos criticos del encuentro fueron sus pilares principales para alzarse con toda la gloria en la arcilla parisina.
A diferencia de las semifinales, el termometro de su juego fue su servicio el cual no sufrió rupturas a lo largo de dos arduos sets de batalla. Una devolución que lastimó por momentos, sumado a una fuerza y velocidad de piernas increible fueron algunas de las herramientas y armas con las que esta campeona logró cautivar a todos los presentes en la Philippe Chatrier.
No cabe la menor duda que nos encontramos en presencia de un talento sin barreras, el cual evidentemente marcará un antes y un despues en el circuito femenino. Por eso, seguramente esta sea la primer conquista de muchos títulos más de Gran Slam en la carrera de Ivanovic, quien dejó de ser la simple princesa Serbia para convertirse en la nueva reina del tenis mundial.
